martes, 30 de marzo de 2010

Día uno

Para sacar a mi cuerpo del letargo, la primera semana he decidido caminar rápido rápido. Así que me levanté, con toda la flojera del mundo me arreglé, me puse mis pants, mis tennis, bloqueador y mi super vicera. Tomé dos vasos de agua, por que con lo que he leído, dicen que todo está en la hidratación! Y comencé mi caminata en el parque de enfrente a mi casa.
No llevé mi polar, por que no lo he encontrado, bueno más bien no lo he buscado, debe de estar por ahí en algún lugar de mi vestidor... esta es otra tarea que debo hacer ¡YA! Así que llevé mi celular para tomar el tiempo. Comencé caminando lento, para entrar en calor y fui subiendo la intencidad. Para los primero 30 minutos quería utilizar lo último de mi energía para salir corriendo y llegar a mi cama! El hormigueo que sentí en las piernas y las pompas fue horrible y la verdad ya estaba aburridísima de estar dándole vueltas al parque, y mi celular me indicaba que llevaba apenas ¡35 minutos y me faltaban 25 por recorrer! Así que este fue el momento en el utilicé todas las técnicas que sé para meditar y concentrarme en mi meta y que el tiempo se me pasara rápido. Traté de disfrutarlo y sentir como circulaba más rápido la sangre en todo mi cuerpo, el palpitar de mi corazón y sobre todo concentrarme en mi respiración.

Cuando volví a ver el celular ya había pasado la hora y era tiempo de regresar, caminé a mi casa más despacio para permitir que mi respiración y la temperatura de mi cuerpo llegar a sus parámetros normales ¡Me sentí muy bien! Satisfecha de haber cumplido mi objetivo del día... cuando entré a mi casa sentía como piquetes indoloros en las piernas, piquetes involuntarios que todavía siento y los estoy tomando como que mis músculos están de fiesta con un pumchikis pum!

Desayuné un omelette con queso y té de manzanilla y me fui a la oficina, y al llegar me sentí muy pero muy cansada. Poco a poco he despertado y ya me siento como si nada! Pero eso si el pumchikis pum de mi piernas sigue!

Como al medio día sentí hambre y no traje nada para comer un "healthy snack", pero fui a la cocina de la oficina y me encontré con una manzana! Pregunté a todos de quien era y nadie me supo decir así que me la comí! Mañana la reprondé y si le sale de repente su dueño, pues iré rápidamente al OXXO para reponerle su deliciosa fruta que me hizo tan bien...

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